1 de octubre de 2019

La imagen del secreto

Esta fue una de esas experiencias horribles que he tenido, las cuales me hacen despertar inmediatamente. Pero fue importante y muy necesario.

Lo resumiré, pues mi memoria con el tiempo me falla en éstos detalles.

Necesitaba saber la causa y el origen de tu experiencia, la cual te convirtió en una persona ajena y distante del mundo y la vida que te rodeaba. Obtuve la respuesta mediante mis consultas al índice de la vida, el cual me llevó a un punto de tu vida y me mostró el secreto. Un secreto que posiblemente ni tú mismo conocías, y estabas destinado a conocer solo al final de tus días. La causa aterradora, el mal mismo encerrado en una mala elección, y en pésimas acciones.

Había un secreto que se me iba a revelar, pues yo no lo conocía ni sabía de qué se trataba.
Fui llevada a un pueblo con casas poco atractivas. Me situaron en una de ellas y me dijeron que se me iba a mostrar lo que estaba buscando.

Había en ese pueblo una casa antigua, de piedra, deshabitada, a la cual ya nadie entraba. Y nadie se atrevería a entrar jamás, pues estaba llena de… ellos. Los fantasmas de algo que se daría a conocer. Se me indicó que era aquella y entonces tras varios intentos, decidí investigar.

Entré en aquella casa con mucha dificultad, pues ellos no me dejaban, ni por la reja de entrada, ni por la puerta. Ellos, eran los habitantes invisibles de aquella casa, aquellos cuidadores del secreto, los restos de aquello que había quedado plasmado para siempre en aquel sitio. Me echaban, me empujaban, hacían lo posible por evitar cada uno de mis pasos.
Subí al segundo piso, subí al entretecho. Ellos gemían, hacían ruidos horribles y terroríficos, se movían y revolcaban como perros guardianes.

Y entonces vi los restos; las cajas, las pertenencias de alguien que había estado allí hacía mucho tiempo atrás. Y cada vez que me acercaba más a esas cajas, los guardianes se volvían más locos.
Revolví el contenido de las cajas, buscando algo sin saber qué hallar; buscando la clave de todo, la causa, el origen, el error.

Y la encontré, y me llevé una sorpresa; Era una foto de una mujer que yo había conocido. Y todo se me fue revelado, y pude irme de allí, satisfecha, sorprendida, y sin saber cómo actuar de ahí en adelante.
La mujer había sido la causa, ella, una persona, cuyas pertenencias se encontraban en aquel entretecho. Estaban allí porque yo no me había enterado que dejó de vivir, y tras su magia, dejó el desorden.


En algún período, 2017

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