Hace unos meses, entrando en el crudo invierno que se da en esta zona, sufriendo un momento de estrés, tenía ganas de arrancarme de todo esto e irme lejos, aunque sea por solo un instante. Decidí irme al sur por unos días, más al sur. Allá me relajé y también aproveché de conocer gente y lugares que no conocía. Viajé sola.
Al volver a la ciudad, llegando de noche miré al cielo y vi algo sorprendente que jamás había visto antes. Vi una explosión astral, comenzaba en una estrella y se expandía hacia las más cercanas. Al averiguar sobre este hecho, me dijeron que hubo una explosión en toda una constelación, cual, no tengo idea, no tengo conocimientos astronómicos. Al día siguiente fui al centro astronómico que quedaba en mi ciudad. Había mucha gente, todos querían saber que era lo que ocurría. Me subí en uno de esos ascensores modernos, a los que no estoy acostumbrada. Me acordé de la tele transportación, son parecidos. En el centro astronómico se estaban enviando naves espaciales y astros artificiales para recoger más información.
Este fue el primer hecho que ocurrió, en la secuencia de hechos en los que estuve. Me impactó tanto, que fui a una biblioteca a averiguar sobre que constelación se trataba. Mientras leía un libro de astronomía, alguien detrás de mí me preguntó que porqué no estudiaba astronomía. Fue rara la pregunta, porque me gusta la astronomía pero no para ejercerla como carrera profesional.
Unos días después me fui al campo, a visitar unos amigos. Con ellos me encontraba una noche bajo el cielo estrellado conversando, cuando ocurrió el segundo hecho sorprendente; en el cielo se podían apreciar una lluvia de estrellas fugaces, como si todas las estrellas en el cielo se cayeran a la tierra. Al lado mío alguien dijo que habíamos comenzado la época del Apocalipsis. Seguido, alguien me reveló un aspecto de mi destino que me hizo pensar. Me reveló algo sobre mí, que no debía saber, algo del futuro. Quien me lo dijo no fue una persona.
Tratando de juntar los dos hechos que viví, se me ocurrió que las estrellas fugaces podían ser el resultado de la explosión de la constelación; que eran meteoritos que caían.
Un día no muy lejano, al de la noche en el campo, se me ocurrió ver la luna. Soy una persona que le encanta la luna, en especial la luna llena, es hermosa verla brillar en medio de esa oscuridad. Pero cuando miré al cielo me asusté mucho. Vi dos lunas en el cielo, la luna normal y otra, un poco más grande, que era un planeta que se había acercado bastante a la tierra, se parecía a la luna y brillaba igual. Este fue el tercer y último hecho que vi. Traté de relacionar este hecho con los dos anteriores, pero no le encontré lógica en que se podía parecer. Yo sabía que en el espacio algo estaba ocurriendo, y que era un hecho que a todo el mundo le iba a sorprender. Un acontecimiento de interés mundial.
Tiempo después aún recordaba todo aquello, y lo sigo recordando como un hecho que no fue común. En el momento en que lo vi, supe que algo raro estaba ocurriendo, y que todo eso no eran hechos normales que ocurrían todos los días.
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