Son interesantes, atractivos, seductores,
pero al observarlos no los deseo.
Los recorro con la mirada, los busco,
los analizo, sin embargo no los encuentro.
No hay algo en ellos que me detenga,
no se satisface mi mirada al verlos.
Sus cuerpos son vacíos, al igual que sus sonrisas,
sus brazos, sus cabellos no tienen gracia.
No encuentro en ellos el sentido,
no surge en mí el interés.
Desvanecido está, pues no pude descubrir
lo que en ellos quería hallar.