Una melodía recorre el silencio
suave como terciopelo la habitación
El agua está muy clara hoy
no hay almas presentes
para la cena que daré
no se presienten las risas
que acostumbramos a oír
en el vacío de ésta habitación
El piano toca solitario su melodía con pasión
y yo aprecio todo, inmóvil, desde una esquina
Las ventanas están empañadas
las miradas no acceden hacia afuera
las paredes bloquean el mundo exterior
ni el ruido ni el color
interrumpen esta obra de perfección
solo la melodía de una canción
He preparado con dedicación
una estrofa para esta ocasión
Un ratón sale de una equina
despertado por curiosidad
trepa con cuidado
trepa con cuidado
sobre la mesa cubierta
explora con pasión
nuevos sabores refinados
destinados a unas almas ausentes
que no se atrevieron a venir
Se ha marchado satisfecho el maestro de la cocina
he encontrado un ser con quien compartir el festín
El ratón me observa contento
no es lo mismo un queso en una trampa
que una cena en un salón
le sonrío y aprecio su presencia
de haber compartido mi creación
aunque solo haya sido con un roedor