Fuimos un hermoso dibujo en la ribera del océano, pero el agua del océano hizo que desapareciéramos, ahogados en mentiras, engaños y traiciones. De aquel dibujo sólo queda la memoria y ahora, esa turbia agua que lo borró, vuelve a dibujar sobre un lienzo ya ocupado, intentando repetir momentos inexistentes y haciendo que el otoño y sus arreboles sean más tristes, las hojas más secas. Pero vendrá la primavera y con ella, las cigarras que estaban esperando por el sol y las semillas sembradas hace ya tiempo, nos mostrarán cuando cosechemos, que tan real fue el amor que sembramos. Paulo Zegers.
Mitternacht: Treinta y un días han pasado, treinta y uno... Y aquí estoy, esperando por tu promesa de mantener este mundo, tu propio mundo actualizado al menos una vez al mes. Y aquí aún estoy esperando en el nadir por tu promesa de arte, una promesa que rompiste. Me conoces, sabes quien soy, soy la llama inagotable que mantuvo vivo tu arte y ahora sólo espero, espero que corrijas el rumbo, te ilumines y vuelvas a escribir para nosotros los solitarios, los dueños de la noche, esta medianoche vacía que ansía poder leer algo de tu arte, el arte de juntar palabras con ideas y entregarnos algo que nos permita por un instante transportarnos a estos mundos que nos hacen soñar y querer mejorar este mundo.
Fuimos un hermoso dibujo en la ribera del océano, pero el agua del océano hizo que desapareciéramos, ahogados en mentiras, engaños y traiciones. De aquel dibujo sólo queda la memoria y ahora, esa turbia agua que lo borró, vuelve a dibujar sobre un lienzo ya ocupado, intentando repetir momentos inexistentes y haciendo que el otoño y sus arreboles sean más tristes, las hojas más secas.
ResponderEliminarPero vendrá la primavera y con ella, las cigarras que estaban esperando por el sol y las semillas sembradas hace ya tiempo, nos mostrarán cuando cosechemos, que tan real fue el amor que sembramos.
Paulo Zegers.
Devin townsend
ResponderEliminarhttps://youtu.be/H5BqyluKkk0
Mitternacht:
ResponderEliminarTreinta y un días han pasado, treinta y uno... Y aquí estoy, esperando por tu promesa de mantener este mundo, tu propio mundo actualizado al menos una vez al mes.
Y aquí aún estoy esperando en el nadir por tu promesa de arte, una promesa que rompiste. Me conoces, sabes quien soy, soy la llama inagotable que mantuvo vivo tu arte y ahora sólo espero, espero que corrijas el rumbo, te ilumines y vuelvas a escribir para nosotros los solitarios, los dueños de la noche, esta medianoche vacía que ansía poder leer algo de tu arte, el arte de juntar palabras con ideas y entregarnos algo que nos permita por un instante transportarnos a estos mundos que nos hacen soñar y querer mejorar este mundo.