21 de septiembre de 2016

La historia tras ...A Distance There Is... - Theatre of Tragedy


No tengo demasiado conocimiento sobre música, y creo que ni la más remota idea de composición musical, pero me da igual; Este tema es una obra de arte.
He aquí describo lo que percibo sobre el tema …A distance there is… de Theatre of Tragedy.
No conozco demasiado sobre la banda, ni muchos temas, pero este es de unos pocos que me gustan mucho.
Le damos play al video, escuchamos la canción, y damos rienda suelta a nuestra imaginación y percepción de ruidos música.




El piano comienza lentamente a tocar. Triste, tranquilo, nostálgico... Sobre lluvia y neblina, seguro como un típico paisaje inglés en invierno; tormenta a lo lejos, truenos… y junto a él una hermosa voz soprano que le acompaña al ritmo, lamentando  la distancia entre ella y el objeto de su felicidad.
Pausa y violin entrante, triste, descansando  la muchacha momentáneamente de su pena.

Poco a poco el Piano apenas perceptible, aumenta su velocidad, pero aun así mantiene un tiempo constante, fiel a su ritmo original. La voz llora sus lamentos de forma limpia y rítmica, ajustándose al piano y dando paso al juego del ritmo próximo que pacifica la situación, acabado por el piano, y dando una pizca de paz a los lamentos apoyados por el violín...por un período de tiempo... hasta que éstos regresan. Ritmo a ritmo, en estos versos la música aún es común; a lo que solemos estar acostumbrados.

"Mi heart, my heart, my heart....." el piano que hasta ahora había estado melancólico, cambia su estado anímico de inmediato y comienza a corretear velozmente bajo los dedos apresurados de su dueño… "my heart is frailty...." 

Pausa y batería.

Un piano algo más veloz, y una voz un poco más apresurada corren por las notas nostálgicas, pero diferentes, mucho más graves, dando contraste a la voz alta acompañando el suceso de una historia que una chica atormentada quiere contarnos. Algunas pausas, dividen los versos líricos cantando "I run, i run, i run..." Hasta dejar el piano agotado de la carrera, dando paso al violín.

Continúa el ritmo normal, suplicando "i leave, i leave", sin saber yo lo que ella deja atrás, pero al rato la melodía hace una pequeña variación interesante de melodías altas, pausas suaves y violín acompañante, notas altas, voz tranquila, hasta que finalmente calla lentamente el piano dando paso a otra pausa. 
La historia advierte el drama que se esconde tras la melancolía, y los juicios hacia su causante. Cabe destacar que la historia de este tema no solo canta sobre un suceso, sino es interesante preguntarse en qué está basada. Cada uno es libre de elegir su teoría y yo misma tengo la mía.

Silencio.

Segunda parte. El piano corretea con una melodía totalmente diferente, haciendo carrera con la voz que ésta vez permanece en su ritmo normal.
Un juego de tiempos. Un piano rápido y una voz más lenta. Hermoso. Bello. Estimulador.
Esta combinación de notas y silencios por parte de la voz me encantan. Un ritmo aceptable para mover ligeramente el cuerpo al son del ritmo de las teclas soberanas. Teclas que suben y bajan escaleras, siendo ésta vez ellas quienes están al mando perdiendo la importancia de la voz quejumbrosa a lo lejos... "A distance there is... distance there is."  

Una distancia hay. Todos solemos sufrir las distancias. Todos nos distanciamos de alguna forma. Ahora me toca a  mi. 

Fin de la obra.







Ahora que conocen el análisis de los instrumentos, analicen por ustedes mismos la letra de la canción junto a las pausas, los cambios melódicos, los tiempos y los espacios que van creando en conjunto y verán como todo coincide. Maravilloso, ¿verdad?




17 de septiembre de 2016

Nosotros, los inmortales


El tiempo pasa
y la vida ante nuestros ojos
Mientras observamos.

Nosotros permanecemos.
Testigos del transcurso,
Jueces del tiempo.

No persistimos en sus memorias,
pues éstas son perecederas como el sol
Nacen una mañana y mueren al atardecer.
Ellos son transitorios,
nosotros somos eternos.
El tiempo pasa
y la vida ante nuestros ojos
Mientras observamos.

Nosotros permanecemos.
Testigos del transcurso,
Jueces del tiempo.

No persistimos en sus memorias,
pues éstas son perecederas como el sol
Nacen una mañana y mueren al atardecer.
Ellos son transitorios,
nosotros somos eternos.

Para sobrevivir la eternidad,
se necesita más que paciencia.
La eternidad es una fría decisión
de desapego por lo efímero
y continúa adaptación al cambio.