21 de febrero de 2014

El extraño gusto por la música ruidosa

“¿Por qué te gusta tanto el metal?” Me han preguntado varias veces.

Para comenzar debemos tener en claro que METAL es un género musical bastante amplio. Es un género que nos incita a caer fácilmente en prejuicios si no tenemos el conocimiento de sus distintas características.
 Existe desde el heavy metal romántico en español (el más suave) hasta el black metal (a mi parecer el más fuerte). Tenemos una amplia gama de subgéneros de metal que no voy a mencionar aquí.

El subgénero que yo suelo escuchar es el folk metal. Este género mezcla sonidos folk de los países nórdicos con los instrumentos característicos del metal.

“¿Por qué te gusta esa música? No lo entiendo. No eres así, no va con tu estilo. Deberías escuchar algo acorde a tu inteligencia y talento artístico. Música clásica por ejemplo…”
He escuchado y leído varias veces que gran parte de personas inteligentes prefieren el metal a otros géneros. Médicos, programadores, ingenieros, científicos, prefieren éste tipo de género.

También soy amante del café. De preferencia el grano de tostado medio. Me gusta dulce y con un poco de leche, para empezar el día. Por la tarde prefiero uno amargo, y con un poco de crema dulce por encima. 
Entonces, podría preguntarme la misma persona de antes, “¿Por qué te gusta tanto el café? Como persona inteligente deberías preferir el agua, el elemento más importante para vivir. De ello se compone el 90% del cuerpo humano. A futuro se desatarán guerras por las preciadas aguas. En cambio el café destruye los nervios, el estómago, el hígado. La cafeína  sube la presión, trastorna el sueño, corrompe nuestro estado de alerta, bla, bla, etc.”
-Pero entiende, ¡Me gusta el café! ¡Mil veces más que el agua! Es cosa de sabor.

Es cosa de gustos. Y sobre gustos no hay nada escrito.
El folk metal es la mezcla ideal de sonidos que da energía con sus voces guturales o marcadas, con sus gritos, y la más delicada melodía armoniosa, notas altas o bajas, que les ofrecen un equilibrio a la agresividad con delicadeza. Además de añadirle un excelente ritmo que destaca en ciertos momentos.
El folk metal contiene melodías escandinavas y es influenciado por varios subgéneros como el black metal sinfónico con sonidos más oscuros y bajos, el metal progresivo o power metal sinfónico, con una orquesta de distintos instrumentos melódicos de fondo. En su mayoría el folk metal es death metal melódico, por su gran mayoría de voces guturales. Aunque lo hay con voces naturales. Por lo tanto no es necesario catalogarlo como música agresiva para personas de conducta antisocial. 

“De lo bueno poco”, es un dicho. Hay canciones que contienen muchas voces agresivas, guitarras maltratadas y baterías enfurecidas. Pero en alguna parte del estribillo hay una pausa y todo cambia y aparece la melodía más hermosa que se haya escuchado para luego continuarla de fondo con todos los instrumentos bravos de regreso.
Y esa es la melodía que le da el peso a la música, y de la cual luego nos enamoramos y no paramos de repetir una y otra vez.

Me gusta el café amargo. El amargo no es una sensación muy agradable para muchos. Para mí tampoco. Pero el café amargo es muy rico si se le añade una pequeña porción de crema dulce. Cambia enseguida nuestra opinión.
Porque a pesar de que la cantidad de crema dulce es poca, cambia por completo toda la sensación de sabor. Lo mismo sucede con las pequeñas pistas armoniosas que colocamos en medio de una canción agresiva.
La cafeína nos proporciona energía en la mañana a personas como a mí, que nos cuesta más tiempo despertar. El metal da energía también, con sus acordes veloces y sus gritos de guerra.

-Es genial ir sentado en el bus escuchando una agradable pista de folk metal. Relaja. Con su agresividad absorbe todo nuestro estrés y se lo lleva a gritos liberándonos toda la tensión. Además nos lleva a otro mundo y nos alejamos de las realidades como el tráfico lento y los semáforos.
-Hay personas que toman una almohada a la boca y gritan en estados de ansiedad. ¿Para qué hacer eso, si puedo escuchar como otra persona grita por mí en la música?
-No hay nada más alentador que escuchar una pista rápida de metal para ir a trotar. Te da energía para continuar.
-Después de un día con muchos nervios. Dejar que las voces y los instrumentos se lleven todo eso y te renueven internamente.

De vez en cuando me aburro del mismo género cuando lo escucho por horas. Y es bueno variar. Entonces coloco algo más suave. Algo con más melodías o con voces más armoniosas. O tal vez algo puramente instrumental. Son como caprichos de algo más suave para ir variando, como beber un café dulce. O un tinto colombiano (bien concentrado y muy dulce).
A veces mi gusto varía por semanas y hay épocas en las cuales escucho música celta y otras en donde realmente ansío algo agresivo. 

Otra pregunta mítica; ¿Por qué lo prefieren personas inteligentes? ¿Hay que ser inteligente para escucharlo?

Porque hay que saber entenderlo. Muchas veces no nos gusta algo porque no lo comprendemos. El rechazo a lo desconocido.
Pero no te preocupes, ¡Cualquier persona que carece de materia gris puede escuchar metal!

Como en muchas cosas existe la calidad, en este género musical también está presente.
Hay bandas que son muy conocidas y realmente no valen la pena escuchar, y hay otras con integrantes que son genios para componer. 
He ahí también su público.
No cualquiera sabe apreciar un buen café de calidad. No cualquiera prefiere una banda con música buena a una que solo está de moda y que sus canciones fueron compuestas cuando uno de sus integrantes estaba en el baño con estreñimiento. 

Una persona que sabe apreciar buena música y distinguir las distintas facetas de una canción metal, sabrá disfrutar la música violenta y apreciar su toque “al dente” junto con la melodía armoniosa entremedio. Solo una persona inteligente o experimentada lo sabrá comprender. Los demás solo oirán gritos y de vez en cuando los llantos de una sirena asesinada cruelmente.

Muchos tendrán que desacostumbrarse de considerar la voz como el instrumento principal y enfocarse más en instrumentos como el piano de fondo, la guitarra, o un bajo en una intro, para apreciar de que se trata la música realmente. Lo demás solo será ruido y melodía de acompañamiento. Como el azúcar, que en un café, no es el ingrediente principal del sabor.